MELAJIM BET

CAPITULO 5 AL 8


Y Naamán, capitán del ejército del rey de Aram, era un hombre muy estimado por su señor porque por su intermedio, el Eterno, había dado la victoria a Aram. Era además fuerte y valiente pero era leproso. 2) Y los sirios habían salido en escuadrones y habían traído cautiva de la tierra de Israel a una jovencita, la cual ayudaba a la mujer de Naamán. 3) Y ella le dijo a su ama: "¡Ojalá estuviera mi señor con el profeta que está en Shomrón! Entonces se recuperaría de su lepra"

4) Y entró Naamán y se lo contó a su señor, diciendo: "Así y así dijo la sierva que es de la tierra de Israel". 5) Y respondió el rey de Siria: "Vete allí con una carta que te daré para el rey de Israel". Y se fue, se llevó diez talentos de plata, seis mil piezas de oro y diez mudas de vestidos. 6) Y trajo la carta al rey de Israel, la cual decía: "Y ahora cuando esta carta llegue a ti, he aquí que te he mandado a mi servidor Naamán para que le cures de su lepra". 7) Y aconteció que cuando el rey leyó la carta, desgarró sus vestiduras y dijo: "¿Soy acaso D's para matar o hacer vivir, para que este hombre me envíe a un hombre para que le cure de lepra? Mira como trata de provocarme". 8) Y fue así que cuando Elisha, el hombre de D's supo que el rey de Israel se había desgarrado sus vestiduras, mandó a decir al rey: ¿Por qué has desgarrado sus vestiduras? Que venga a mí, y sabrá que es uno de los profetas de Israel". 9) Naaman vino con sus caballos y sus carros y se detuvo en la puerta de la casa de Elisha.

10) Y le envió Elisha un mensajero diciendo: "Vete y lávate en el Iardén siete veces, tu carne se recuperará y serás limpio". 11) Pero Naamán se retiró airado, diciendo: "He aquí que pensaba que él saldría a mi encuentro e invocaría el Nombre del Eterno su D's. Y agitaría su mano frente al lugar y sanaría así al leproso. 12) ¿No son acaso el Avaná y el Parpar, los ríos de Damésec, mejores que todas las aguas de Israel? ¿No podría lavarme en ellos y salir limpio?". Se volvió airado. 13) Pero sus siervos se acercaron a él y le dijeron: "Padre mío, si el profeta te hubiera dicho que hicieras alguna cosa difícil ¿No la habrías hecho? ¿Cuánto más entonces si te dijo: Lávate y serás limpio?". 14) Entonces bajó, y se sumergió siete veces en el Iardén conforme a lo que había dicho el hombre de D's y su carne se volvió la de un niño y quedó limpio. 15) Y volvió el hombre de D's, él y todos sus acompañantes, vino y se detuvo ante él, y le dijo: "He aquí que sé que no hay D's en toda la tierra más que en Israel. Te ruego por lo tanto, que aceptes un presente de tu siervo". 16) Pero respondió Elisha: "Como que vive D's, a Quien sirvo, no he de recibir nada". Y Naamán insistió en que aceptara pero se negó. 17) entonces dijo Naamán: "Si no, te ruego que permitas que diera tierra de ésta a tu siervo y la carga de dos mulos porque tu siervo desde ahora en adelante no ofrecerá holocausto ni sacrificio a otro D's sino sólo al Eterno. 18) En esto, sin embargo, perdonará el Eterno a tu siervo cuando mi señor fuera a casa de Rimón para adorarle, se apoyará en mi mano y tendré que prosternare en la casa de Rimón. Te ruego que el Eterno perdone a tu siervo esta cosa". 19) Y contestó Elisha: "Vete en paz"; así se despidió de él.

20) Pero Guiezí, el siervo de Elisha, hombre de D's, dijo para sí: "He aquí que mi señor ha rechazado recibir lo que había traído Naamán este arameo que vive el Eterno que de seguro yo correré tras él para tomar algo de él". 21) Así Guiezí fue en pos de Naamán y cuando Naamán vio que alguien corría tras él, bajó del carro para ir a su encuentro y preguntó: "¿Está todo bien?", 22) Y contestó Guiezí: "Todo está bien, Mi señor me ha enviado diciendo: He aquí que acaban de venir a mí desde la serranía de Efraín dos jóvenes de los hijos de los profetas, te ruego que les des un talento de plata y dos mudas de ropa". 23) Y respondió Naamán: "Confórmate con dos talentos". Le instó y ató dos talentos de plata en dos talegas con dos mudas de ropa y los colocó sobre dos de sus siervos, quienes los portaron delante de él. 24) Y cuando llegó al monte, se los sacó de las manos de ellos, los guardó en la casa y despachó a los hombres que se fueron, 25) Pero él entró y se detuvo ante su señor y le preguntó Elisha: "¿De dónde vienes, Guiezí? Y respondió éste: "Tu siervo no fue a ninguna parte". 26) Y Elisha le dijo: "¿Acaso no iba mi corazón contigo cuando el hombre se volvió de su carro para ir a tu encuentro? ¿Acaso era el momento de recibir dinero, vestiduras, olivares, viñedos, ovejas, bueyes, siervos y siervas? 27) Por lo tanto, la lepra de Naamán se aferrará a ti y a tu progenitura para siempre". Y se retiró Guiezí de su presencia siendo un leproso tan blanco como la nieve.

CAPITULO 6

Y le dijeron los hijos de los profetas a Elisha: "He aquí que el lugar donde moramos ante ti es muy estrecho para nosotros. 2) Te rogamos que nos permitas ir al Iardén y tomar allí cada uno una viga para construirnos un lugar allí donde posamos vivir" y contestó: "Id. 3) Y uno le dijo: "Te ruego que te dignes ir con tus siervos", a lo que le respondió Elisha: "Iré". 4) Se fue con ellos y cuando llegaron al Iardén, cortaron madera. 5) Pero mientras uno cortaba la viga, se le cayó un hacha al agua y gritó diciendo: "¡Oh señor mío! ¡Era prestada!". 6) Y preguntó el hombre de D's: "¿Dónde cayó?". Y le mostró el sitio. Y cortó el palo y lo arrojó al agua e hizo que el hacha flotara. 7) Y dijo: "Tómala". Y el hombre extendió la mano y la tomó.

8) Y el rey de siria guerreó contra Israel. Y se aconsejó con sus siervos, diciendo: "En tal parte estará mi campamento". 9) Y el hombre de D's mandó a decir al rey de Israel: "Cuídate de no pasar por tal lugar porque allí están bajando los sirios". 10) El rey de Israel envió mensajeros al lugar que le había dicho y advertido el hombre de D's y se resguardó allí no una ni dos veces. 11) Y el corazón del rey de Siria quedó muy preocupado por semejante cosa, llamó a sus siervos, y les preguntó: "¿No me dirán quién de nosotros está por el rey de Israel?". 12) Y contestó uno de sus siervos: "No, señor mío, oh rey, pero Elisha, el profeta que está en Israel, le cuenta al rey de Israel las palabras que tú dices en tu alcoba". 13) Y dijo el rey: "Averigua dónde está para que pueda hacerle prender". Se lo averiguaron y le dijeron: "He aquí que están en Dotan". 14) Envió entonces allí caballos, carros y un gran ejército. Vinieron de noche y rodearon la ciudad. 15) Y cuando el siervo del hombre de D's se levantó temprano y salió, he aquí un ejército con caballos y carros rodeando la ciudad. Y le dijo a su siervo: "¡Oh señor mío! ¿Cómo haremos?". 16) Y le contestó: "No temas, por cuanto los que están con nosotros son más que los que están con ellos". 17) Y oró Elisha diciendo: "¡Oh Eterno, te ruego que le abras los ojos para que puedan ver". Y el Eterno abrió los ojos del joven y vio que la montaña estaba repleta de caballos y carros de fuego alrededor de Elisha. 18) Y cuando bajaron a él, Elisha oró al Eterno diciendo: "Hiere a esta gente, te lo ruego, con ceguera". Y Él los hirió con ceguera conforme a la palabra de Elisha. 19) Y les dijo Elisha: "Éste no es el camino, ni esta es la ciudad. Seguidme, os conduciré al hombre que buscáis". Y los condujo a Shomrón. 20) Y aconteció, cuando llegaron a Shomrón, que rogó Elisha: ¡Oh Eterno, abre los ojos de estos hombres para que puedan ver!". Y el Eterno abrió sus ojos y vieron, y he aquí que estaba en medio de Shomrón. 21) Y el rey de Israel le preguntó a Elisha, cuando los vio: "Padre mío, ¿Debo herirles? ¿Debo herirles? Y contestó Elisha: "No los herirás" ¿Has tomado cautivo con tu espada y con tu arco a quienes querrías herir? Serviles pan y agua para que puedan comer y beber y seguir a su amo". 23) Y el rey preparó gran provisión para ellos. Y cuando comieron y bebieron, los despachó y fueron donde era su señor. Y las guerrillas de Siria no volvieron más a la tierra de Israel.

24) Y ocurrió después de esto que Ben Hadad rey de Siria convocó a todo su ejército, subió y sitió a Shomrón. 25) Hubo gran hambre en Shomrón y he aquí que la sitiaron hasta que la cabeza de un asno se vendió por ochenta siclos de plata y la cuarta parte de un cav de estiércol de paloma por cinco siclos de plata. 26) Y cuando el rey de Israel pasaba por el muro, le gritó una mujer diciendo: "¡Ayúdame, señor mío, oh rey!" 27) Y respondió: "Si el Eterno no te ayuda. ¿Cómo he de ayudarte yo? ¿Con algo del granero o con algo del lagar?". 28) Y agregó el rey. "¿Qué te pasa?". Y ella contestó: "Esta mujer me dijo: "Entrega a tu hijo para que podamos comerlo hoy, y mañana comeremos a mi hijo".

29) Cocimos a mi hijo y lo comimos y le dije al día siguiente: "Entrega a tu hijo para que podamos comerlo" pero ella ocultó a su hijo". 30) Y ocurrió, cuando el rey oyó las palabras de la mujer, que rasgó sus vestiduras mientras pasaba por la muralla y el pueblo observó que vestía de saco sobre su carne. 31) Y dijo: "Así me haga D's y más también si la cabeza de Elisha, hijo de Zafas se mantiene en él hoy".

32) Y Elisha estaba sentado en su casa y los ancianos estaban sentados con él cuando el rey mandó que un mensajero fuera delante de él pero antes de que llegara. Elisha le dijo a los ancianos: "¿Ven cómo ese hijo de asesino ha enviado a uno para quitarme la cabeza? Observad: Cuando venga el mensajero, cerrad la puerta y apretad y apretad la puerta fuertemente contra él. ¿No se escucha el sonido de los pasos de su amo detrás de él?". 33) Y mientras hablaba con ellos, he aquí que el mensajero bajó a él y el rey le dijo: "He aquí que este mal es del Eterno, ¿Por qué he de esperar más del Eterno?".

CAPITULO 7

Y dijo Elisha: "Escucha la palabra del "Eterno, Así dice el Eterno: "Mañana, como a esta hora, una medida de flor de harina será vendida por un siclo, y dos medidas de cebada por un siclo en la puerta de Shomrón". 2) Entonces, el capitán en cuya mano se apoyaba el rey, le contestó al hombre de D's diciendo: "He aquí que aunque el Eterno hiciera ventanas en el cielo, eso no podría ser". Y dijo Elisha: "He aquí que lo verás con tus propios ojos pero no comerás de ello".

3) Y había cuatro leprosos a la entrada de la puerta de la ciudad, y se dijeron: "¿Por qué hemos de seguir sentados aquí hasta que muramos? 4) Si disidiéramos entrar en la ciudad, el hambre está en la ciudad y moriríamos allí. Si seguimos sentados aquí, también moriremos. Vayamos entonces y pasémonos al ejército de los sirios. Si nos permiten vivir, viviremos y si nos matan, no haremos más que morir". 5) Y se levantaron al alba para ir al campamento de los sirios y cuando llegaron a la parte exterior del campamento de los sirios, he aquí que no había nadie. 6) Por cuanto el Eterno había hecho que el ejército de los sirios oyeran ruido de los carros y caballos, o sea el estruendo de un gran ejército y se dijeran entre ellos: "He aquí que el rey de Israel ha tomado a sueldo contra nosotros a los reyes de los jití y a los reyes de los egipcios para venir sobre nosotros". 7) Se levantaron entonces y huyeron al alba dejando sus tiendas, sus caballos, sus asnos y el campamento como estaban y huyeron por sus vidas. 8) Y cuando esos leprosos entraron a la parte exterior del campamento, entraron en una tienda, comieron y bebieron, y sacaron de allí plata, oro y vestiduras y se fueron para esconder todas esas riquezas. Regresaron y entraron en otra tienda y se llevaron otras cosas de allí también, se fueron y las escondieron. 9) Entonces se dijeron entre sí: "No procedemos bien. Este día es un día de albricias y tememos paz. Si nos quedamos hasta mañana, nos abatirá el castigo. Vayamos y que lo digamos a la servidumbre del rey. 10) Fueron y llamaron a los porteros de la ciudad y le dijeron: "Fuimos al campamento de los sirios y he aquí que no había nadie allí, ni voz alguna de hombre sino los caballos, los asnos atados y las tiendas como estaban". 11) Y los porteros llamaron a los siervos del rey y se lo refirieron eso. 12) Se levantó el rey de noche y dijo a los siervos: "Les diré los que nos han hecho los sirios. Saben que estamos hambrientos por lo cual se fueron del campamento para esconderse en el campo diciendo: Cuando salgan de la ciudad, los prenderemos vivos y penetraremos en la ciudad". 13) Y uno de los siervos contestó diciendo: "Te ruego que nos permitas tomar cinco caballos que todavía quedan en la ciudad; si no, serán o sea como la multitud de Israel que ha sobrevivido o sea serán como multitud de Israel que está muerta, que los enviemos y veremos". 14) Tomaron entonces dos carros con caballos que el rey mandó por el campamento de Aram diciendo: "Id y ved". 15) Y fueron tras ellos hasta el Iardén y he aquí que todo el camino estaba repleto de vestiduras y vasijas que los sirios habían arrojado en su apuro. Y los mensajeros volvieron y se lo refirieron al rey. 16) El pueblo salió y tomó el despojo del campamento de los sirios. Así, una medida de flor de harina, fue vendida por un siclo y dos medidas de harina de cebada por un chékel conforme a la palabra del Eterno. 17) Y el rey se había apoyado, y el pueblo pisó en la puerta y murió como el hombre de D's había predicho al rey, diciendo. "Dos medidas de cebada por un siclo y una medida de flor de harina por un siclo serán vendidas mañana como a esta hora en la puerta de Shomrón". 19) Ese capitán le había contestado al hombre de D's diciendo: "he aquí que aunque el Eterno hiciera ventanas en el cielo que tú lo verás con tus propios ojos pero no comerás de ello". 20) Y eso precisamente le ocurrió porque el pueblo le atropelló en la puerta de la ciudad y murió.

CAPITULO 8

Y Elisha le había hablado a la mujer cuyo hijo había resucitado diciendo: "Levántate y vete, tú y tu gente; vive temporalmente donde puedas porque el Eterno ha llamado al hambre, que vendrá sobre la tierra por siete años". 2) Y se levantó la mujer e hizo de acuerdo con la palabra del hombre de D's; se fue con los de su casa y habitó en la tierra de los filisteos durante siete años. 3) Y sucedió al cabo de los siete años que la mujer volvió de la tierra de los filisteos y ella fue a clamar al rey por su casa y su tierra. 4) Y el rey hablaba con Guiezí el siervo del hombre de D's diciendo: "Te ruego que me digas todas las grandes cosas que hizo Elisha".

5) Y ocurrió, cuando estaba contándole al rey como había resucitado al que estaba muerto, que la mujer cuyo hijo había sido resucitado clamó al rey por su casa y por su tierra. Y dijo Guiezí: "Señor mío, oh rey, ésta es la mujer y éste es su hijo a quien Elisha resucitó". 6) Y cuando el rey preguntó a la mujer, ella le refirió todo. Y el rey llamó en su presencia a un funcionario, diciéndole: "Que se le retribuya todo lo que fue suyo además con todos los frutos del campo, desde el día en que dejó la tierra hasta ahora".

7) Y vino Elisha a Damesec. Ben Hadad, rey de Siria estaba enfermo y le dijeron: "El hombre de D's ha venido aquí". 8) Y le dijo el rey a Jazael: "Toma un presente en tu mano y vete al encuentro del hombre de D's; consulta al Eterno por medio de él preguntándole si me recobraré de esta enfermedad". 9) Jazael fue a su encuentro llevándole un presente de lo mejor de Damesec, una carga de cuarenta camellos y se detuvo ante él y le dijo: "Tu hijo, Ben Hadad, rey de Siria, me envió a ti preguntando. "¿Me recobraré de esta enfermedad?".

10) Y le contestó Elisha: "Vete y dile: De seguro has de recuperarte pero el Eterno me ha mostrado que de seguro morirás". 11) Y fijó su rostro en él hasta que éste quedó confundido y el hombre de D's se echó a llorar. 12) Y le preguntó Jazael: "¿Por qué lloras?". Y contestó: "Porque sé el mal que harás a los hijos de Israel: a sus fortalezas, las consumirás a fuego, a sus macebos, los matarás con la espada, cortarás en pedazos a sus pequeñuelos y abrirás el seno a sus preñadas". 13) Y le preguntó Jazael: "Pero ¿qué es tu siervo, que no es más que un perro para que pueda hacer esta gran cosa?". Y le dijo Elisha y vino a su señor, quien le preguntó: "¿Qué te dijo Elisha?". Y contestó: "Me dijo que de seguro te recobrarás". 13) Y ocurrió a la mañana siguiente que tomó la manta, la sumergió en agua y la puso sobre el rostro del rey que murió y Jazael reinó en su lugar.

16) Y en el quinto año de Ioram hijo de Ajab, rey de Israel, siendo Iehoshafat rey de Iehudá, comenzó a reinar Ioram hijo de Iehoshafat. 17) treinta y dos años tenía cuando comenzó a reinar y reinó ocho años en Ierushaláim. 18) anduvo en el camino de los reyes de Israel como lo había hecho la casa de Ajab e hizo lo que era malo a los ojos del Eterno. 19) Sin embargo, el Eterno no quiso destruir a Iehudá, por consideración a David Su siervo, porque había prometido darle una lámpara a sus hijos para siempre. 20) En sus días, Edom se reveló contra la mano de Iehudá y se dio un rey. 21) Ioram pasó a Tzair y todos sus capitanes fueron con él a sus carros y se levantó de noche e hirió a los idúmeos que lo rodeaban pero la gente huyó a sus tiendas. 22) Pero Edom siguió en rebelión contra la mano de Iehudá hasta el día de hoy. Y también se rebeló Livná. 23) El resto de los actos de Ioram y todo lo que hizo están en el libro de crónicas de los reyes de Iehudá. 24) Y se durmió Ioram con sus padres, fue sepultado con sus padres en la ciudad de David y Ajaziahu reinó en su lugar.

25) En el duodécimo año Ioram hijo de Ajab, de Israel, Ajaziahu tenía veintidós años cuando comenzó a reinar; reinó un año en Ierushaláim y su madre se llamaba Ataliahu, hija de Omrí, rey de Israel. 27) Y anduvo en el camino de la casa de Ajab, e hizo lo que era malo a los ojos del Eterno, como lo había hecho la casa de Ajab, porque era yerno de la casa de Ajab. 28) Y fue con Ioram, hijo de Ajab a la guerra contra Jazael, rey de Shomrón, en ramot Guil'as y los sirios hirieron a Ioram. 29) Y el rey Ioram regresó para ser curado en Izreel de las heridas que los sirios le habían hecho en Ramá, donde peleó contra 'Haza-el, rey de Siria, y Ajaziahu hijo de Ioram rey de Iehudá bajó a ver a Ioram hijo de Ajab en Izreel porque estaba enfermo.


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