SHMUEL BET
CAPITULO 21 AL 24
Y había hambre en los días de David durante tres años seguidos, y buscó David la paz del Eterno. Y dijo el Eterno: "Es por Shaúl, y su casa sangrienta porque dio muerte a los gabaonitas". 2) Y el rey llamó a los gabaonitas, y les habló-los gabaonitas no eran de los hijos de Israel, sino del resto de los amorím, pero los hijos de Israel les habían jurado la paz, no obstante lo cual Shaúl procuró matarlos en su celo por los hijos de Israel y de Iehudá-, 3) y les dijo David a los gabaonitas: "¿Qué puedo hacer por ustedes, y dónde puedo hacer expiación, para que ustedes bendigáis la herencia del Eterno?" 4) Y le contestaron los gabaonitas: "No es cuestión de plata u oro entre nosotros o Shaúl, o su casa; ni tampoco cuestión de hacer matara hombre alguno en Israel". Pero él insistió: "Lo que me dices, eso haré por ustedes". 5) Y ellos respondieron al rey: "Por el hombre que nos consumió y que trataba el mal contra nosotros, de manera de que quedásemos destruidos, eliminándosenos de todos los términos de Israel, 6) que siete hombres de tus hijos nos sean entregados, y los colgaremos ante el Eterno en Guivá de Shaúl, el elegido del Eterno". Y el rey les contestó: "Se los entregaré". 7) Y el rey se compadeció de Mefiboset hijo de Jonatán, hijo de Shaúl por causa del juramento del Eterno que había entre ellos, entre David y Jonatán, hijo de Shaúl. 8) Pero el rey tomó a los dos hijos de Ritzpá hija de Ayá, que ella engendró de Shaúl, o sea Armoní y Mefiboset; y a los cinco hijos de Mijal hija de Shaúl, los cuales ella dio a Adriel, hijo de Barzilay Mejolatita; 9) y él los entregó en manos de los gabaonitas, quienes los colgaron en la montaña ante el Eterno, y cayeron los siete juntos. Y fueron muertos en los días de la siega, en los primeros días, al comienzo de la cosecha de la cebada. 10) Y Rizpa hija de Ayá tomó un vestido de cilicio, y lo tendió para ella sobre la roca, desde el principio de la siega hasta que el agua se derramó sobre ellos desde el cielo. Y ella no dejó que se acercaran ni las aves del cielo durante el día ni las bestias del campo durante la noche.
11) Y le dijeron a David lo que había hecho Rizpa hija de Ayá y concubina de Shaúl. 12) Y fue David y tomó los huesos de Shaúl y los huesos de Ionatán su hijo de los hombres de Iavesh Guil'ad, quienes los habían robado de la plaza de Betshán, donde los filisteos los habían colgado el día en que los filisteos mataron a Shaúl en Guilboa, 13) y trajo de allí los huesos de Shaúl y los huesos de Ionatán su hijo, y reunieron los huesos de los que habían sido colgados. 14) Y sepultaron los huesos de Shaúl y Jonatán su hijo en la tierra de Binyamín en Tzelá, en la sepultura de Kish su padre, e hicieron todo lo que ordenó el rey. Y después de eso D's fue propicio a la tierra.
15) Y los filisteos hicieron otra vez la guerra a Israel, y bajó David, y sus siervos con él, y pelearon contra los filisteos, y David quedó extenuado. 16) Y entonces Ishbi Venov, que era uno de los hijos del gigante Rafá, cuya lanza pesaba trescientos siclos de bronce y se había ceñido una espada nueva, se dispuso matar a David. 17) Mas Avishay hijo de Sarvia lo socorrió, e hirió al filisteo, y lo mató. Entonces los hombres de David le juraron diciendo: "No saldrás con nosotros a batallar, para que no se apagué la lámpara de Israel".
18) Y aconteció después de esto que hubo nuevamente guerra con los filisteos en Gov, y Sibjay jusatita mató a Saf, que era uno de los hijos del gigante Rafá.
19) Y hubo otra vez guerra con los filisteos en Gov y Eljanán hijo de Iaarey Orguim, betlemita, mató a Goliat, guitita, cuya lanza tenía un asta que era como un enjullo de tejedor.
20) Y hubo guerra nuevamente, en Gat, donde había un hombre de gran corpulencia que tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, veinticuatro dedos en total, y también él era el hijo del gigante. 21) Y cuando desafió a Israel, mató Ionatán, hijo de Shimay, hermano de David. 22) Esos cuatro eran hijos del gigante en Gat, y cayeron por la mano de David, y por la mano de sus siervos.
CAPITULO 22
Y habló David al Eterno las palabras de este cántico en el día en el que el Eterno lo libró de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Shaúl, 2) y dijo:
El Eterno es mi roca, y mi fortaleza, y mi librador.
3) en el D's que es mi roca, en Él me refugio. Es mi escudo y mi cuerno de salvación, mi alta torre y mi refugio.
Salvador mío, Tú me salvas de la violencia.
4) Alabado es el Eterno, a Quien clamo, y soy salvado de mis enemigos.
5) Porque me cercaron las olas de la muerte; acometiéronme torres de maldad.
6) Las ligaduras del sheol (morada de los muertos) me rodearon; amenazándome las trampas de la muerte.
7) En mi aflicción llamé al Eterno.
Sí llamé a mi D's.
Y me oyó desde Su templo, y mi clamor entró en Sus oídos.
8) Entonces se sacudió la tierra y tembló.
Temblaron los cimientos del cielo.
Sacudiéndose al impulso de Su ira.
9) Humo se elevaba de Sus narices,
Y fuego de su boca devoraba.
Ascuas encendiéndose en Él.
10) Inclino también los cielos y descendió,
Y densas tinieblas había bajo Sus pies.
11) Y montó sobre un querubín, y voló.
Sí, fue visto sobre las alas del viento.
12) Y puso tinieblas por pabellones en Su torno.
Acumulación de aguas, densas nubes de los cielos.
13) Por el resplandor de que Él emanaba,
Se encendieron ascuas ardientes.
14) Tronó el Eterno desde el cielo,
Y el Altísimo hizo resonar Su voz.
15) Y lanzó Sus dardos y los dispersó (a mis enemigos),
Y (también) relámpagos, y los desconcertó.
16) Y aparecieron los cantares del mar,
Quedando al descubierto los basamentos del mundo,
Por la represión del Eterno,
Con el aliento de sus narices.
17) Él vino desde lo alto, me tomó,
Y me libró de muchas aguas.
18) Me zafó de mis enemigos más fuertes, de los que me odiaban
Porque eran demasiado poderosos para mí.
19) Me enfrentaron en el día de mi calamidad,
Pero el Eterno fue un sostén para mí.
20) Me llevó además a un lugar grande,
Liberándome, porque Yo Le era propicio.
21) El Eterno me premió conforme a mi justicia.
Conforme a la limpieza de mis manos me recompensó.
22) Por cuanto Yo he guardado los caminos del Eterno,
Y no me he apartado malévolamente de mi D's.
23) Por cuanto todos Sus mandamientos estaban ante mí,
Y, por ser Sus estatutos, no me aparté de ellos.
24) Y yo he sido recto para con Él,
Y me guarde de mi iniquidad.
25) Por tanto el Eterno me ha galardonado conforme a mi rectitud,
De acuerdo con mi limpieza delante de Sus ojos.
26) Con los misericordiosos Tú Te muestras misericordioso,
Con el nombre del recto Te muestras recto.
27) Con los puros Te muestras puro,
Y con el malvado Te muestras astutamente sutil.
28) Y a los afligidos Tú salvas,
Pero Tus ojos están sobre los arrogantes,
Para que los puedas humillar.
29) Porque Tú eres mi antorcha, oh Eterno,
Y el Eterno ilumina mi oscuridad.
CAPITULO 23
Y estas son las últimas palabras de David: "Dice David hijo de Ishay, y dice el hombre elevado a lo alto, el ungido del D's de Iaacob, el dulce salmadista de Israel: 2) "El espíritu del Eterno habló por mí, y Su palabra fue sobre mi lengua. 3) Dijo el D's de Israel, la Roca de Israel me habló: "El que gobierna sobre los hombres debe ser justo, y gobernar en el temor de D's, 4) y será como la luz de la mañana, cuando el sol se levanta en la mañana sin nubes, cuando tras la lluvia, brillando crece la tierna hierba de la tierra". 5) ¿Acaso no está mi casa establecida con D's? Por cuanto celebró conmigo un pacto eterno, bien arreglado en todo y seguro. Por toda mi salvación y todo mi deseo, ¿Él no lo hará crecer? 6) Pero los impíos, son todos ellos como espinas arrancados pues no pueden ser tomados con la mano, 7) sino que el hombre que los toca debe estar armado con hierro y el asta de una lanza. ¡Y a fuego serán consumidos en su lugar!"
8) estos son los nombres de los hombres valientes que tenía David: Ioshev Bashévet, tajquemonita, el principal de los capitanes; el mismo era Adinó eznita, quien acometió a ochocientos hombres que mató de una vez.
9) Y después de éste estaba Eleazar, hijo de Dodí, hijo de Ajojí, uno de los grandes héroes que había con David, cuando arriesgaron sus vidas contra los Plishtim que estaban allí concentrados en batalla, y los hombres de Israel habían huido. 10) Él permaneció firme e hirió a los filisteos hasta que su mano se fatigó, y su mano se pegó a su espada. Y el Eterno elaboró una gran victoria ese día, y la gente retornó tras él solo para recoger los despojos.
11) Y después de él estaba Shammá hijo de Agué ararita. Y los filisteos se habían agrupado formando una tropa, en un terreno lleno de lentejas, y la gente huyó de los filisteos.
12) Pero permaneció en el medio del terreno y lo defendió, y mató a los filisteos, y el Eterno obró una gran victoria. 13) Y tres de los treinta principales bajaron y vinieron a David, en tiempos de cosecha, a la caverna de Adulam, y el ejército de los filisteos estaba acampando, en el valle de Refáyim. 14) Y estaba David en la fortaleza, y la guarnición de los filisteos, y sacaron agua del pozo de Belén, que estaba junto a la puerta de la ciudad, y la trajeron a David, pero él no quiso beberla, sino que la derramó delante del Eterno. 17) Y dijo: "Lejos sea de mí, oh Eterno, que yo haga esto. ¿Puedo beber acaso la sangre de los hombres que se arriesgaron sus vidas?" Por consiguiente él no bebió. Tales cosas hicieron los tres valientes
18) Y Avishay, hermano de Joab, hijo de Sarvis, era jefe de los tres. Y levantó su lanza contra trescientos hombres y los mató, y tuvo fama entre los tres. 19) Era el más distinguido de los tres, por lo que fue designado su capitán; sin embargo, no alcanzaba a los tres primeros (en proezas)
20) Y Benaya, hijo de Joiada, hijo de un valiente de Cavtzeel, que había hecho proezas notables, hirió a dos gigantes de Moab. También bajó y mató un león en el medio de un pozo en época de nieve; 21) y mató a un egipcio, hombre de mucha fuerza que tenía una lanza en la mano, pero aquél bajó a él con un palo, y le quitó la lanza al egipcio, y lo mató con su propia lanza. 22) Tales cosas hizo Benaya hijo de Joiada, y tuvo fama entre los tres valientes. 23) Era el mças distinguido de los treinta, pero no alcanzaba (en hazañas) a los tres primeros. Y le puso David en su guardia.
24) Asahel, hermano de Joab, era uno de los treinta. (Los otros eran) Eljanán hijo de Dodó de Bet Lejem;
25) Samma jarodita, Elica jarodita;
26) Jéletz paltita, Ira hijo de Ikesh tecoíta
27) Aviézer antotita, Mevunai husatita;
28) Tzalmón ajojita, Maharay netofatita;
29) Jélev hijo de Baaná netofatita;
30) Benayahu piratonita; Jiday, de los valles de Najalei Gáash;
31) Aví Alvón arbatita; Azmávet barjumita;
32) Eliajaba saalbonita, de los hijos de Iashén jonatán;
33) Samma hararita: Ajiam hijo de Sharar ararita
34) Elifélet hijo de Ajasbay maacatita; Eliam hijo de Ajitçofel guilnita
35) Jetzrai carmelita; Paaray arbita;
36) Igal hijo de Natán, de Tzová; Baní gadita
37) Tzélec ammonita y Naharay beerotita, mozos de armas de Joab hijo de Sarvia;
38) Ira itrita; Garev
39) Uriyá heteo. En total (eran) treinta y siete.
CAPITULO 24
Y nuevamente se encendió la ira del Eterno contra Israel, e impulsó a David contra ellos diciendo: "Anda, cuenta a Israel y Iehudá". 2) Y le dijo el rey a ioab, capitán del ejército, que estaba con él: "Anda de un lado a otro por todas las tribus de Israel, desde Dan hasta Beer Sheva, y cuenta a la gente, para que yo pueda saber cuál es el total del pueblo". 3) Y le contestó Joab al rey: "Añada el Eterno tu D's cien veces a cuantos puedan ser, y que a los ojos de mi señor el rey lo vea, pero ¿por qué mi señor rey se complace en esta cosa?" 4) Sin embargo la palabra del rey prevaleció contra Joab, y contra los capitanes del ejército. Y Joab y los capitanes del ejército salieron de la presencia del rey, para tomar cuenta del pueblo de Israel.
5) Y cruzaron el Iardén y se detuvieron en Aroer, a la derecha de la ciudad que está en el medio del valle de Gad, y llegaron hasta Iazer. 6) Luego fueron a Guil'ad, y a la tierra de Tajtim Jadshí, y a Dan Iáan y a los alrededores de Tzidón, 7) y vinieron a la fortaleza de Tzor, y a todas las ciudades de los Jiví, y de los Kananeos, y salieron al sur de Iehudá, a Bersheva.
8) De tal suerte, cuando estuvieron recorriendo de un lado a otro toda la tierra, llegaron a Ierushalaim, al cabo de nueve meses y veinte días. 9) Y dio Joab al rey la suma del recuento del pueblo. Y había en Israel ochocientos mil hombres valientes que portaban espada, y los hombres de Iehudá sumaban quinientos mil. 10) Y el corazón de David latió fuertemente después que fue contado el pueblo. Y dijo David al Eterno: "He cometido un gran pecado en lo que he hecho, Pero ahora, oh Eterno, te ruego quites de mí la iniquidad de Tu siervo, pues te obrado insensatamente".
11) Y cuando se levantó David a la mañana (siguiente), la palabra del Eterno vino al profeta Gad, el vidente de David, diciendo: 12) "Ve y habla a David: Así dice el Eterno: "Pongo sobre ti tres cosas para que elijas una de ellas y haga así contigo". 13) Gad fue a David y le dijo: "¿Quieres que haya siete años de hambre en tu tierra, o prefieres huir durante tres meses mientras te persiguen, o bien quieres tres días de peste en tu tierra? Aconséjate, y considera qué estación he de dar a Quien me ha enviado".
14) Y le respondió David a Gad: "Estoy en un gran dilema, pero caigamos en la mano del Eterno, por cuanto Su misericordia es grande, antes que caer en la mano del hombre". 15) El Eterno entonces envió pestilencia sobre Israel desde la mañana hasta el tiempo fijado, y murieron del pueblo desde Dan hasta Beersheba setenta mil hombres. 16) Y cuando el ángel extendía su mano hacia Ierushalaim para destruirla, el Eterno se arrepintió del mal, y dijo el ángelque destruía a la gente: "¡Basta! Detén tu mano". Y el ángel del Eterno estaba junto al granero de Arauná Iebusí
17) Y habló David al Eterno cuando vio el ángel que hería la pueblo, y dijo: "He aquí que yo he pecado, y he obrado inicuamente, pero estas ovejas ¿Qué han hecho? Te ruego que Tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre". 18) Y Gad vino ese día a David y le dijo: "Sube y levanta un altar al Eterno en la era de Arauná Jebuseo". 19) Y subió David según lo dicho por Gad, como el Eterno lo había dispuesto. 20) Y Arauná miró adelante, y vio al rey y a sus siervos que venían hacia él. Y Arauná salió y se prosternó ante el rey.
21) Y dijo Arauná: "¿Por qué mi señor el rey ha venido a su siervo?" Y le contestó David: "Para comprarte la era y erigir aquí un altar al Eterno, para que la plaga se detenga del pueblo".
22) Y le dijo Arauná a David: "Que mi señor el rey tome y ofrezca lo mejor le parezca. He aquí los bueyes para el holocausto, y los trillos y demás aparejos de los bueyes para leña".
23) Todo eso le dio Arauná al rey. Y Arauná le dijo al rey: "Que el Eterno tu D's te sea propicio". 24) Y le respondió el rey a Arauná: "No, sino que he de comprarte por un precio. No ofreceré holocaustos al Eterno mi D's que no me cuesten nada". De tal manera David compró la era y los bueyes por cincuenta siclos de plata. 25) Y David construyó allí un altar al Eterno, y brindó sacrificios y ofrendas pacíficas, con lo que el Eterno fue propicio a la tierra, y la plaga cesó en Israel.